Ucrania-Rusia 3

 

A más de un mes de la llamada “operación militar especial” llevada a cabo por Rusia en Ucrania, existe una suerte de consenso para constatar que la configuración política planetaria está cambiando y se ha inaugurado una nueva era  en la que asistimos a una nueva estructuración de la geopolítica mundial.

 

Los occidentales parecieran no tener más, o tienen cada vez menos, el monopolio del poderío indiscutible y la coalición de hecho de los países emergentes, con China, Rusia , India, a la cabeza que comienza a estructurarse ha sido posible constatarla en las votaciones realizadas en la ONU. Esta brecha en el hasta ahora sólido campo del primer mundo tiende a amplificarse si consideramos que si bien es cierto la mayoría de los Estados pertenecientes a la ONU han condenado la entrada de las fuerzas rusas  a Ucrania, dicha mayoría es mucho más circunspecta cuando se trata de aplicar las sanciones impuesta por el campo dominante en declive.

 

Si analizamos en detalle lo que muestran dichas votaciones veremos que una parte importante de la humanidad es reticente a aceptar sin chistar el tradicional diktat de EEUU, la OTAN y la UE. En efecto, si de 193 países presentes en la ONU en el momento del voto patrocinado por Ucrania y la UE, 140 aprobaron la condena a Rusia por la entrada de sus tropas a Ucrania, 35 se abstuvieron (Bolivia, Cuba, Nicaragua, El Salvador, Venezuela -que no participo al voto-Africa del Sur, Argelia, Armenia, Burkina Faso, BanglaDesh, Burundi, Camerún, Centroáfrica, China, Congo, Eritrea, Etiopía, Guinea Ecuatorial, Guinea Bissao, Gabón Laos, Irán, Iraq,  Madagascar, Mali, Marruecos, Mozambique, Namibia, Paquistán, Uganda, Senegal, Sudán, Sudán del Sur, Tanzania, Togo, Zimbawue), y 5 votaron en contra (Rusia, Bielorrusia, Corea del Norte, Eritrea y Siria).  Estos países  representan más de un tercio de la población mundial con la friolera de 2 600 000 seres humanos. Por otra parte, en lo que respecta al régimen de sanciones impuesto a Rusia por el trio EEUU/OTAN/UE, varias naciones y no menores, ya han expresado que no las aplicarán : en nuestro continente : Brasil, México y Argentina, pero también en Oriente, algunos países pertenecientes a la Asean, como Indonesia y Brunei,  amén de Kazastán, Tadyikistán, Kirguistán y  Uzbekistán en Asia central. La gran sorpresa la constituye la posición de Arabia Saudita que junto a los Emiratos rehúsa hasta ahora aumentar su producción de petróleo como una manera de paliar la subida en flecha de los carburantes en Europa y EEUU. a pesar de la insistencia y amenazas de Boris Johnson y Biden.

 

La histeria anti rusa  ha alcanzado niveles pocas veces visto : no solo en el ámbito político, militar, financiero y diplomático, sino que también en el plano cultural y deportivo. En la Universidad de Milán, en el departamento de lenguas eslavas se han eliminado capítulos relativos a la literatura rusa, desde Dostoyeski y Tolstoi, pasando por Chéjov, Gogol y Gorki. Rusia ha sido excluida del proceso eliminatorio para el mundial de futbol en Qatar, se ha prohibido además la participación de equipos rusos en hockey y en ajedrez. Sin embargo, los rusos, respetando sus compromisos científicos han rescatado como previsto a dos cosmonautas de ese país y a un estadounidense desde una estación orbital.

 

Por otra parte, luego de excluir a Rusia del sistema de mensajería bancaria Switch, algunos países occidentales comienzan a considerar la posibilidad de operar con el sistema chino CIPS para el pago de transacciones internacionales, en moneda china, el yuan. Es el caso de del petróleo saudí que se venda a India. Estamos entonces pues frente a una tentativa de guerra total llevada a cabo por el Occidente rico en contra de países refractarios al orden impuesto desde hace mas de setenta años. Al respecto es significativa la opinión de un multimillonario opositor ruso -Mikhail Khodorkovski- que pasó varios años en prisión por delitos fiscales, hoy residente en Londres. Admite que Moscú no está en guerra contra Ucrania, sino que se ha defendido de las innumerables agresiones montadas por EEUU y la OTAN desde hace décadas, quienes utilizan esta vez a un monigote ucraniano como punta de lanza en contra de Rusia. A esta “cruzada por la libertad” -no podía ser de otra manera la denominación- se ha unido la segundona UE que ahora con nuevas ínfulas quiere transformar a la OTAN -que hace algunos meses estaba en estado de “muerte cerebral” según Macron- en el paladín de la libertad contra el autoritarismo.

 

En el aspecto financiero, Rusia ha advertido que seguirá suministrando gas a Europa, pero el pago por su gas y petróleo deberá hacerse en rublos, debido al despojo vergonzoso llevado a cabo por EEUU/OTAN/UE de sus haberes.

 

Tal vez, el curso de los acontecimientos lo dirá, la correlación de fuerzas a nivel mundial esté cambiando y lo que decía el lúcido diplomático e historiador estadounidense Geoges Kennan- padre de la doctrina norteamericana frente a la URSS durante décadas-,quien constataba que el mundo anglosajón tenia en sus manos el control de la mayor parte de las riquezas producidas en el mundo, pero, pensaba, representaban una parte mínima  de  la población que tendría ineluctablemente que defenderse ante la inevitable voluntad de las naciones desposeídas y sometidas por participar en el reparto más igualitario de la torta. Tenemos, decía, que disuadir a aquellos que quieren disputarnos la hegemonía, impedir el surgimiento de un país o grupo de países con esa intención. Convencerlos que es mejor establecer una cooperación basada en ciertas premisas y ser capaces de darles algo de la torta, para seguir controlando lo esencial. De lo contrario el mundo que controlamos llegará a ser incontrolable.

 

Al parecer algunos países como Rusia y China, están en condiciones de disputarle a Occidente dicha hegemonía y en ese sentido, lo que anotamos más arriba en boca del opositor ruso Khodorkovski, tenga visos de realidad. Rusia ha reaccionado impidiendo que una provocación urdida desde hace largo tiempo llegara y se hiciera fuerte en sus fronteras. Pero no se trata de una visión “anti ucraniana” la que anima a Moscú, sino que tal vez, junto a la emergencia indiscutible de China como nueva potencia ascendente, Rusia y Pekín están visualizando la posibilidad de instaurar en el futuro un nuevo orden mundial, “multipolar y más justo” como lo han explicado los dos ministros de relaciones exteriores ruso y chino, Lavrov y Wang Yi.

 

Curiosamente, a los distanciamientos y sorpresas que señalábamos supra, hay que constatar que han comenzado a aparecer zonas de conflicto alentados bajo cuerda por EEUU/OTAN/UE. Las recientes reivindicaciones niponas sobre las islas Kuriles, el ataque de tropas azeríes en el Alto Karabagh y el inevitable conflicto latente en Mali, puesto que es difícil que Paris abandone sin más una región estratégica, además de la tensa situación que prevalece en el estrecho que separa a China de Taiwán. A ello hay que agregar el aquelarre orquestado por Israel con dirigentes sunníes marroquís, bahreinís, egipcios y emiratís, todo, bajo el beneplácito del secretario de Estado Anthony Blinken y su homólogo israelí. El aquelarre tiene como objetivo la República islámica de Irán, evidentemente.

 

Ante esta situación de tensión, nuestro continente, podría sacar las castañas con la mano del gato oportunista. Efectivamente, reunido los embajadores de varios países latinoamericanos en Moscú, gracias a una iniciativa rusa, habrían escuchado atónitos que Rusia necesitaba que no se interrumpiese el flujo de intercambio comercial que necesita. Para ello los proveedores latinoamericanos deberían aceptar el pago en moneda rusa. El pusilánime gobierno chileno podría así beneficiarse con la venta de vinos y frutas, pero pagados en rublos.

 

31 de marzo de 2022.        
París, Paco Peña

Alerce.info - 2022